Que gane el mejor, o el peor, pero que gane uno COÑO!
Díganme coño!... ¿Cuál de los dos pega más fuerte?
Asegúreme uno que va a ganar y que el otro me va a dejar en paz
Pero díganme, no me tengan así, en este lleva y trae.
Los dos se la dan de arrechos, pero ninguno tiene valor para decirme quién es más fuerte, quién puede noquear al otro, quién puede sacar de un cuajo lo que dice su contrincante para dejar a este exhausto cuerpo en paz...
Díganme coño, díganme por ella, por ella que soy yo.
Díganme para ayudarla a ella, para decirle qué hay que hacer, para decirle cómo se tiene que portar...
No lo saben verdad... Cobardes, unos desgraciados cobardes es lo que son ustedes dos...
Le siguen destrozando la mente, a ella que se muerde los labios a diario por ansiedad, que presiona la mandíbula con intención de fracturar, ella que llora de a ratitos y que ríe en otros más, ella que de por sí no está muy sana y que ahora seguro empeorará...
Se los exijo Coño!!! Terminen de pelear, salga victorioso alguno de ustedes dos, que quede uno, uno... Ella necesita que quede uno, que diga que es lo que se hace en esta vaina...
Pero es que el corazón es demasiado maricón para ganar y el cerebro demasiado cuadrado y echón...
Bueno bueno, ese es otro peo, no voy a hablar aquí de las ventajas de uno sobre el otro, simplemente les pido que ganen, que gane el mejor... o el peor...
Que se hunda el corazón en una taza de café amargo si el cerebro tiene la razón, o que se ahogue el cerebro en un jarrón de miel si el corazón palpita más fuerte
Pero que gane uno de lo dos...
...
No hay réplicas, mis múltiples personalidades están de acuerdo, por ella... Por mí...
1 Monólogos:
Los dos se coñazean hasta la inconsciencia.
Gana el estómago, un déspota.
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