
"Me siento estafada", pronunció ella totalmente furiosa y desconcertada.
La incomprensión corrió a alta velocidad por cada centímetro de su piel. No entendió cómo aquel hombre que días antes le profesaba amor eterno acabó de un cuajo con su relación.
Ella, indómita, trató sin resultados. Se quedó sin comprender cómo aquel ser, con quien horas antes había planificado matrimonio, niñitos, vida y hogar; de un lastre la arrancaba de su corazón y le pedía que "por favor lo entendiera". (¡qué bríos hay que tener!).
Ella, no comprendió (sigue sin hacerlo) por qué esa persona por la que luchó contra el mundo y sus propios demonios hoy le dice que "no puede hacer nada más por ella".
¿Qué parte de su hemisferio cerebral le hizo pensar a aquel idiota funcional que ella podía entender semejante estupidez? ¿En qué momento la absoluta entrega que uno profesa en nombre del amor se convierte en el punto exacto en el que esa persona que dice "amarte" se afinca para lastimarte tanto?
¡Váyanse al carajo señores!
Sí, al mismísimo carajo
Porque en la vida no puede andar uno jodiendo a quien no te jode, maltratando a quien no te maltrata, irrespetando a quien te respeta y lastimando a quien no hace más que cuidarte.
Al diablo los hombres con su maldito (sí, maldigo) cliché del "TE AMO, PERO NO QUIERO HACERTE SUFRIR". No se vale hacerse el pendejo e infringir tanto daño "en nombre del amor". Abandonen sus escudos forrados de cobardía, porque decir que "no quieres hacerme sufrir" no hace la decepción menos dolorosa ni más creíble su falso pesar. Tengan algo de respeto con la otra persona que, sin duda, jamás les haría tanto daño, excusándose detrás de palabras verborreas.
Porque cuando uno comparte su vida con alguien hace un tácito pacto de reciprocidad. En el preciso momento en que este se rompe hay que tener valor para admitir los errores con madurez y responsabilidad.
En definitiva, si algo he aprendido (de a poquito, con mis golpes y ahora con los tuyos) es que quien te ama (no quien dice amarte) jamás te lastima. Y si alguna vez te hace daño hará lo que sea (sí, cualquier cosa) para no volverlo a hacer, sin que eso represente un sacrificio.
Esta va por ti amiga, porque hoy, una vez más, resulta tan injusto...
No es justo dar tanto y recibir tan poco...
No es justo amar con centimetraje...
No es justo que la vida se te pase aspirando el imposible
porque si les regalas el mundo, no permitas recibir menos que eso,
¡No señor!
...
Para amar no hay que ser menos ambicioso pero sin duda, sí menos egoísta (me dije).
...
O por lo menos un poco más inteligente (me respondí)
...
Porque actuar como una porquería de persona con quien te ama, te cuida y te respeta, no es más que un acto reflejo de la propia estupidez humana, de esa que a borbotones brota de sus cuerpos (repliqué)
Read more...