Pinocho, ayyy, pobre Pinocho...
Si hubiésemos guardado la lección que aprendió Pinocho, quizás hoy seríamos mejores personas... Tendríamos que decir la verdad no sólo para evitar que nos crezca la nariz sino para seguir siendo esa presencia especial que algunos consideran que somos...
...Las mentiras convierten una "gran persona" en un ser microscópico e inadvertidamente diminuto.
POBRE PINOCHO!!!
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